A la derecha se ve una torre, Tokyo skytree que tiene 624 metros de altura. A la izquierda está el palacio imperial con el techo de cobre. La verdad es que ordinariamente el cielo invernal de Tokio está claro. Aunque hipergrande, Tokio tiene un aspecto cómodo muy de Tokio. Levanté los ojos hacia lejos y sentí algo indecible. Es mi manera de relajarme. Dicho sea de paso, no es el paisaje desde mi oficina, sino el restaurante donde almorcé. Es el palacio de la Dieta.
Uno o dos idiomas son armas necesarios en esta sociedad que ha cambiado tanto. Amor magister est optimus.