Después de pasar dos tifones al mismo tiempo por Japón, planté un olivo otra vez para ponerlo derecho y limpié el balcón. Estos días hace un poco frío por la mañana y por la noche. Extendí una tela de lana sobre el sofá. Cuando fui a la casa de los padres, mi madre también entendió una tela. Las cubiertas de los cojines son tailandesas, pero no puedo recordar en que país compró la tela (y olvidé preguntarlo). Dicen que este invierno hace bastante frío en Japón. No quería saberlo...
Uno o dos idiomas son armas necesarios en esta sociedad que ha cambiado tanto. Amor magister est optimus.