Mi amigo dedica a producir las mandarinas (みかん, mikan) en la prefectura de Ngasaki (長崎県), el sur de Japón. Aunque él trabajaba en Tokio después de tomar el título de master, volvió a su lugar de nacimiento para suceder a su padre. Todos los años compro una caja de las mandarinas porque son muuuuuy ricas. El sabor es bastante fuerte como si bebiera el jugo de la mandarina. Cuando eramos universitarios, él repartió unas mandarinas a los comapañeros. Desde entonces esa mandarina es la fruta favorita del invierno!
Uno o dos idiomas son armas necesarios en esta sociedad que ha cambiado tanto. Amor magister est optimus.
que buena pinta! La mandarina es de mis frutas preferidas... Tan facil de pelar y transportar :)
ResponderEliminarMe gusta saber que en otros lugares algunas personas también vuelven al campo a seguir el trabajo de sus padres. Aquí ya quedan pocos de esos.
ResponderEliminarLas mandarinas tienen una pinta estupenda. Yo no me canso de comerlas en esta época.
Que ricas deben de estar tus mandarinas... hoy me he comido la última que había en mi casa, así que mañana toca ir a reponer al supermercado! en casa nos encantan. para nosotros son sinónimos de navidad.
ResponderEliminarGracias a TODAS, Vamos a comerlas para no resfriarnos. En Japón lo dicen. :)
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